29 de enero de 2013
23 de enero de 2013
21 de enero de 2013
Argo... pero muy poco
No sé por qué, creía que ARGO iba a tirar más (para bien) de esa
capacidad universal del cine para re-crear la Historia, para aportar y extender visiones del pasado que, en muchos casos, terminan por ser la única visión que
mucha gente tiene de un determinado acontecimiento histórico, político, bélico.
No sé por qué, creía que Affleck le iba a contar a los
estadounidenses y al resto del mundo, o al menos todo lo que uno puede contar
en un par de horas, la auténtica historia de EEUU con Irán a lo largo de cuarenta años, más allá de algún que otro chiste y de la voz en off (cinco minutos
de metraje, como mucho), elementos que, aunque sí que “cuentan algo más”,
chocan con el mayor impacto emocional y la capacidad evocatoria de las
imágenes, que no paran de decirle al espectador, simulando la tradicional
política exterior de EEUU, quiénes son, según su mentalidad, los
buenos-racionales y quiénes los malos-fanáticos.
No sé por qué, pensé que Affleck, en la siempre
controvertida tensión entre conocimiento y entretenimiento, iba a decantarse
más por lo primero, aunque no renunciase a lo segundo.
No sé por qué, mientras veía la peli, no paraba de
acordarme de “Spy game” y de pensar que sólo se ha cambiado China por Irán, Ben
Affleck por Brad Pitt y Bryan Cranston por Robert Redford.
No sé por qué, pensé que Affleck no se plantearía hacer
una peli de domingo por la tarde en Antena 3.
No sé por qué, pensé que
Affleck no nos regalaría una media hora final tan manida, tan simple, tan
prototípica, tan “sentimentaloide”, tan “americanada”.
7 de enero de 2013
La feliz utilidad de la mentira
La
verdad es valiosa en sí misma, no sólo porque quizá pueda servir a algún
propósito utilitario u optimista. La verdad no es menos por ser deprimente, e
ignorarla o suprimirla porque puede no hacernos felices es un comportamiento
estúpido.
EDAD OSCURA AMERICANA. LA FASE FINAL DEL IMPERIO, Morris Berman
Suscribirse a:
Entradas (Atom)