19 de octubre de 2017

11 de octubre de 2017

Entrevista de Toni Montesinos


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Pablo Rodríguez Burón.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Un hotel con vistas al mar.
¿Prefiere los animales a la gente?
Siento una pasión y una empatía especial por los perros en concreto, algo que no me sucede con según que seres humanos.
¿Es usted cruel?
No si exceptuamos mi relación con los mosquitos en verano.
¿Tiene muchos amigos?
Dice Facebook que más de mil y espero llegar pronto al millón que ansiaba Roberto Carlos, el cantante, no el futbolista.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Paciencia para soportarme.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Cuando tienen la inteligencia de no tomarse una... LEER LA ENTREVISTA COMPLETA

5 de octubre de 2017

Convivencia

Cada día es más habitual escuchar a gente diciendo que se ha salido de un grupo de whatsapp, que ha bloqueado a varios contactos en Facebook o que ha roto relación con un familiar, amigo o conocido como consecuencia de tal o cual opinión sobre el tema catalán, por llamarlo de alguna forma. Ha llegado a un punto en el que –gracias a ese fanático maniqueísmo que llamamos guerra cultural- la polarización es máxima y está alcanzando ya la convivencia diaria con nuestro entorno más o menos cercano. Entiendo que si un amigo, un familiar, un conocido o alguien en las redes se dedica a insultar o a faltar el respeto, la inercia nos impulse a cabrearnos y no querer saber más de esa persona. Pero si la diferencia de opinión se plantea con respeto, en el tema catalán y en cualquier otro, creo que deberíamos ser capaces de soportar esa especie de sentimiento de decepción con quien creíamos afín a nosotros y ahora descubrimos que se sale del esquema ideológico con el que tendemos a juzgar con demasiada severidad a los demás.

Nos estamos acostumbrando demasiado a ser intolerantes con la discrepancia, a ofendernos con la más mínima frase, a buscar un desacuerdo con alguien en algún tema para, aunque compartamos otras ideas o planteamientos, tacharlo de nuestra lista, meterlo en un bando que no es el nuestro o lo que es peor, declararlo como nuestro enemigo irreconciliable. Es como si sólo quisiéramos codearnos o teclearnos con gente con la que estuviéramos de acuerdo siempre y en todo, algo que es imposible y que nos empuja a descartar con ligereza a quien opina de manera diferente. Aunque nos joda o nos decepcione esa diferencia, incluso aunque nos ofenda, creo que sería bueno tratar de soportar la disidencia, porque si no, poco a poco, la comunicación se envenena y nos cargamos la convivencia y el libre intercambio de opiniones, que es la manera más efectiva de llegar a ese peligroso punto en el que se forman posturas irreconciliables que tienen como consecuencia el enfrentamiento irracional basado únicamente en sentimientos que no admiten discusión intelectual. El día a día sea le hace a mucha gente cada vez menos amable, menos divertido; cada café convertido en una polémica, cada cerveza en un diálogo incómodo que termina por transformar las conversaciones en un coñazo insoportable.

En el capítulo “White Christmas“ de Black Mirror existe una opción en la que, apretando un simple botón, podemos “bloquear” a alguien. No en las redes, sino en la vida real. No podemos ver ni escuchar a esa persona. Como si no existiera. Parece que estos días muchos desean con todas sus fuerzas que tuviéramos la triste posibilidad de apretar ese botón.

4 de octubre de 2017

Prosas apátridas

"Vivimos en un mundo ambiguo, las palabras no quieren decir nada, las ideas son cheques sin provisión, los valores carecen de valor, las personas son impenetrables, los hechos amasijos de contradicciones, la verdad una quimera y la realidad un fenómeno tan difuso que es difícil distinguirla del sueño, la fantasia o la alucinación. La duda, que es el signo de la inteligencia, es también la tara más ominosa de mi carácter. Ella me ha hecho ver y no ver, actuar y no actuar, ha impedido en mí la formación de convicciones duraderas, ha matado hasta la pasión y me ha dado finalmente del mundo la imagen de un remolino donde se ahogan los fantasmas de los días, sin dejar otra cosa que briznas de sucesos locos y gesticulaciones sin causa ni finalidad"

Prosas apátridas, Julio Ramón Ribeyro

30 de septiembre de 2017

Maniqueísmo fanático

En una época de fanático maniqueísmo censor,la autocrítica,la diversidad de opinión,la duda o la indiferencia se convierten en traidora equidistancia. La libertad de expresión queda así como un obligado daño colateral, una cobardía sospechosa o una dejación de funciones militantes. Con semejante paisaje, sólo queda estar a la hartura de las circunstancias.

27 de septiembre de 2017

Entrevista en Artesfera

Entrevista de Susana García Polo en el programa "Artesfera" de RNE.

Aquí el enlace


1 de septiembre de 2017

'Turistia', la sátira de un país temático


Artículo en El Norte de Castilla:

"Ni es lector de ciencia ficción ni se propuso seguir la exitosa moda de las distopías. De repente Pablo Rodríguez Burón (Valladolid, 1980) se encontró cómodo haciendo una caricatura satírica de la sociedad española actual empujando hacia delante un poco, no mucho el calendario. «‘Turistia’ es una novela futurista más que de ciencia ficción. La broma con el editor es que si tardamos un poco más en publicarla en vez de futurista sería costumbrista», dice el escritor que se... Seguir leyendo

14 de agosto de 2017

La turistificación hecha distopía

Reseña de "Turistia" firmada por Edu Almiñana en Valenciaplaza:

"A partir de esta fascinante idea, el escritor vallisoletano Pablo Rodríguez Burón ha tejido Turistia (Editorial Ultramarina, 2017) una novela hecha a medida para los tiempos que corren. En Turistia, gobernada mediante una democracia corporativa, conviven “solidarios” -nombre que se da a os habitantes de la company-land, quienes “se solidarizan” con la empresa-país a cambio de alojamiento y comida- y turistas procedentes de cualquier parte del globo, ávidos de experiencias y emociones vacacionales: desde alquilar una abuela hasta hospedarse en un hotel-chabola, pasando por asistir al gran evento del deporte rey, el Madrid-Barsa Show, un partido de fútbol en el que los deportistas tienen que superar todo tipo de pruebas con el fin de obtener puntos para decidir el resultado final -aquello de los goles y los noventa minutos es cosa del pasado, un planteamiento demasiado lento para el concepto de espectáculo de Turistia Corp."

Leer texto completo

4 de agosto de 2017

Turistificación

A los que hayáis leído ya esa divertida, incisiva y, por qué no decirlo, escachuflante novela que es Turistia - Pablo Rodríguez Burón, os resultará familiar el tema de la turistificación. Es un asunto delicado, por varias razones (e intereses). Por ejemplo, porque es fácil confundir o pretender que la gente confunda un lógico y legítimo malestar por la gentrificación turística y un modelo turístico ilimitado con un supuesto odio al turista que se está tratando de vender desde algunos medios, y que me parece potencialmente peligroso si efectivamente calase mayoritariamente entre el personal. Por otro lado, hablamos del principal activo del país (y va en aumento), con lo que siempre habrá opiniones a favor y en contra de ponerle límites, basta con leer los periódicos o ver telediarios y tertulias últimamente para comprobar esta disparidad de criterios respecto al papel del turismo en la sociedad. Respecto a las últimas protestas de algunos colectivos, volvemos a lo mismo de siempre: más allá de si uno cree que son pertinentes o se está de acuerdo o no con el fondo, terminan por ser contraproducentes, porque en cuanto una reivindicación va más allá de la pancarta y el grito los medios olvidan la discusión del fondo para centrarse en la difusión de la forma, que vende más, y entonces se acaba el posible debate, al menos el que podría llevar a tomar soluciones que, en este caso, creo que son necesarias. Porque el problema está ahí.

3 de junio de 2017

Entrevista

Entrevista en la Revista Distopía.

"Los centros de las grandes ciudades se han convertido en espacios temáticos para turistas"

"El miedo es fundamental para controlar, es indispensable. En los telediarios tenemos un constante discurso del miedo donde no nos informan sino que nos acojonan, eso sí, al final nos despiden con una fotografía de un bonito atardecer o un mono montando en bicicleta".

Aquí el enlace.


 Foto de Curro Huesa Andrade



10 de febrero de 2017

En Radio Mandíbula con Turistia

Gran velada en Radio Mandíbula con las preguntas más molares, incisivas y caninas que me han hecho hasta ahora. Gracias a Aurora Revolver, a Beltrán AceBron NairyFó y Carlos Noteimporta por la invitación, a la Trompeta Verde por el ambiente, la música y la cerveza, al público por la presencia y las preguntas. Y a Amador Luna por las fotos.
Reconozco que no había pensado en los gatos como lectores potenciales.




28 de enero de 2017

Diálogos comanches

Podcast del programa de NEO FM "Diálogos comanches".
Un placer compartir micrófono con Joaquín Dholdan, Pablo Campos y José María Maesa.



26 de enero de 2017

El día que Conchita Martínez ganó en Wimbledon

Corría el año 1994. Miguel Indurain lograba su cuarto Tour de Francia aunque la fuga más recordada tuvo como protagonista a Luis Roldán dejando atrás al pelotón policial. Fue el año en el que el mundo conoció al subcomandante Marcos, el año en el que asesinaron a Andrés Escobar días después de meterse un gol en propia puerta en el Mundial de EE UU, el año del... SEGUIR LEYENDO

5 de enero de 2017

El día que Arantxa Sánchez Vicario ganó su primer Roland Garros

10 de junio de 1989. Estaba a punto de llegar el verano que traía consigo el principio del fin del Muro de Berlín y de tantas cosas más. El mismo verano en el que nos empeñamos en cantar que aquí no hay playa, y en bailar la lambada, la mayoría con éxito discutible. Aquel año, los españoles vimos cómo Felipe González renovaba su mandato por tercera vez consecutiva frente a un (re)fundado Partido Popular con Aznar a la cabeza. Arantxa Sánchez Vicario tenía en ese momento 17 años y otro muro que derribar, este con forma de mujer y halo de invencible por aquel entonces.
Steffi Graff venía de ganar en el mismo... SEGUIR LEYENDO