Es una vergüenza la deslegitimación que hacen algunos políticos y
periodistas de los nuevos ayuntamientos y comunidades en las que no
gobiernan ellos o quienes les gustan a ellos. Es grave. Baja política,
política de buenos y malos. De ahí viene la ley electoral que pretende
aprobar el gobierno. Recuerdo al anterior alcalde de Badalona,
preguntado por la circunstancia de que tantos partidos le hubieran
quitado la alcaldía, diciendo: "Esto la gente no lo entiende". Pues se
le explica, no me sea simple, y sobre
todo, no me juegue con esto porque no es un asunto banal. Esto es como
si empezada la Champions, se forma una corriente de opinión de abuelas
en contra del valor doble de los goles en campo contrario, porque no lo
entienden. El problema es que aquí las abuelas no son ignorantes. El
caso es deslegitimar, todo vale. Y no debería. Y son los votantes y los
militantes que no estén de acuerdo quienes tienen que salir a decir
algo. En lugar de preocuparse tanto por si Guardiola va o viene y por el
camino se entretiene.