9 de septiembre de 2019
Barrido
Estoy cansado. Acoplándome a la vuelta a la rutina, a la ciudad, al
trabajo. Un día largo. La rabadilla ha dicho basta por hoy. Me siento en
el sofá a leer un poco. Qué agusto. Se me escapa la mirada al patio,
necesita un barrido, lo sé, pero puede esperar a mañana. Bueno, calla,
mañana no, que voy a venir corriendo a ver a España en diferido y luego
ya tal. Va, voy a barrer, total, en cinco minutos lo tengo hecho, las
plantas me lo agradecerán. No procastinemos. Reúno un montonazo
de hojitas, pequeñas ramas, polvo de lluvia, la mitad de una pinza de
madera, ¿y ese trozo de cuerda? Creo que nunca había acumulado un montón
así de grande. Son tres semanas fuera. Todo eso atrae a las hormigas,
he hecho bien en quitarlo, me animo a pesar de que la espalda me pide
explicaciones. A ver, dónde he puesto el recogedor, dónde he puesto el
recogedor... Ráfaga de viento.