LA PATRIA
Aunque la palabra patria suele tener a menudo feos compañeros de parranda. Por un lado, esas ceremonias insufribles donde se recitan poemas y se entonan cancioncillas (o bien penosamente tiernas o bien demasiado feroces). Y, por otro, la empedernida jauría de patriotas que enarbolan estandartes, gritan ¡viva! Y hacen exhibiciones de puntería. Esto vale, desde luego, para todas las patrias. Es más bien lamentable, pero siempre ha sido igual.
(Capítulo 21: de la nostalgia)
LO SIENTO: no sé cómo hacer para que que no me edite los videos cortados por la mitad de la pantalla... ¿O sólo me pasa a mí?